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Las Memorias de Hyrule

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subrosandro

El guardián rojo

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#1 - 10-08-2009 09:35

Bueno, despues de tanto tiempo, al fin me he decidido a escribir el fic que tanto tiempo lleva dando vueltas en mi cabeza. Algunas partes las pense cuando era niño, asi que me queda un largo proceso de reforma para hacer coherente lo incoherente, con el proposito de dar a conocer un poco el mundo que yo me imagine que seria el de zelda, a resultas de tener solo un juego y querer saber mas. Espero que os guste, lo intentare escribir lo mas claro posible, aunque sera dificil, ya que yo lo se todo sobre ella y vosotros nada, por lo que me arriesgo a dar muchas partes por sobreentendidas cuando estan mas turbias que los negocios de la SGAE.

Sin mas dilacion, empiezo con el prefacio. Ire publicando las entregas lo mas brevemente posible, para que no perdais el interes.

Las Memorias de Hyrule

Prefacio:

Mi nombre es Hyrule, y en este libro tengo como proposito resumir la historia de nuestro universo desde el origen del Conflicto Alpha hasta nuestros tiempos. Se que mi hora esta cerca, y quiero dejar constancia de todas las experiencias que he vivido, y, antes de que mi hija Zelda me sustituya en el trono, dar a conocer el mundo lo que realmente pasó en cada era.

Antes de comenzar esta historia, querría aclarar un par de puntos acerca del espacio en el que se desarrolla esta. En el universo existen una infinidad de planetas: rocosos, gaseosos… , divididos en dos clases principales: los redondos, que son la inmensa mayoria, como la Tierra, y los planos, muy escasos, en los cuales la magia suele estar muy presente. Un buen ejemplo de planeta plano es donde me encuentro yo ahora, el reino de Hyrule.

Sólo unos pocos planetas en el universo están habitados. La mayoría de ellos suelen estar comunicados por una especie de portales arcanos, que son los que han favorecido la comunicación universal. Estos portales transportan a quien se ponga encima más todos sus enseres al otro lado, generalmente, a otro planeta. En el universo hay toda una red de portales, que confluyen en mundos que, gracias a ellos, se han convertido en grandes capitales o centros de comercio.

Sin embargo, tambien existen otras vias para viajar entre planetas. Los motores dimensionales que poseen las mas avanzadas civilizaciones permiten una velocidad muy superior a la de la luz.

Por último, aparte de la historia, voy a publicar un anexo donde vienen explicaciones a diversos temas que voy mencionando. El anexo se completará según vaya escribiendo los capítulos. Cuando veáis una palabra de color rojo, así, significara que en el anexo hay algo explicado sobre esta palabra

Que comience la Historia.


Edit: Los bbcodes no van, pero bueno, el texto sigue ahi. En cuanto el webmaster lo habilite, ya se vera mejor

Editado por subrosandro el 23-04-2013 10:26

 

subrosandro

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#2 - 11-08-2009 10:35

Prologo:

Capitulo 1: La fuerza mas poderosa

Subcapitulo 1: Introduccion

Todo empezó hace unos cuantos milenios. Existía un pequeño planeta plano llamado Weyard, en el que la magia era algo común. Los magos se hacían llamar Adeptos y controlaban un tipo de magia que sólo se conocía en ese mundo, la Alquimia, la cual se basaba en el control de los 4 elementos: agua, fuego, tierra y aire. La Alquimia convivía con los habitantes de Weyard haciéndoles la vida más fácil, apagando los incendios con lluvias torrenciales, mejorando los cultivos con tierra fértil, cambiando los vientos favoreciendo la navegación…

Pero la codicia y el ansia de poder acabaron por corromper la pureza de algunos de los habitantes, sobre todo los Adeptos más poderosos, que querían gobernar sobre los demás con su avanzado poder. Los más sabios de Weyard, que formaban el Gran Consejo decidieron que la única manera de evitar una futura guerra global era confinar la Alquimia de forma que nadie más pudiese volver a utilizarla. Para ello, los 72 sabios que lo formaban se sacrificaron para sellar todo el poder elemental en cuatro joyas que llamaron Estrellas Elementales. Durante el proceso, sus cuerpos se convirtieron en pequeños monstruos llamados Djinns, cuya mision era proteger dichas estrellas de cualquier intento de robo. El líder del Consejo, considerado el mejor Adepto de Weyard, fue el responsable de controlarlos, y, para ello, se reencarnó al morir en una roca Psinérgica, que le proporcionaba un uso de esa magia casi ilimitado, aunque no por ello más poderoso. Por si alguna vez se necesitaba romper el sello, se construyeron cuatro grandes faros en distintos puntos de Weyard. Si se introducían las Estrellas en el pequeño altar que coronaba la cima de cada uno, estas se romperían y soltarían todo su poder en forma de un pequeño Sol Dorado sobre el centro del cuadrado que formaban, situado en el Monte Aleph, un volcan donde fueron guardadas las Estrellas, ocultas en un gran templo bajo tierra lleno de trampas. Y allí estuvieron durante mucho tiempo…

Siglos más tarde, el mundo estaba sumido en el caos. Al privarse el mundo de la Alquimia, se había roto su equilibrio, y ahora poco a poco el planeta iba desapareciendo. Había mucha gente a favor de que se encendiesen los faros, pero nadie había dado el primer paso y las Estrellas seguían en el templo.

Al mismo tiempo, en la fría aldea de Ímil, a los pies del Faro de Mercurio(es decir, el faro del elemento agua), vivía un joven pero poderoso Adepto llamado Alex. Sus padres habían muerto durante una ventisca cuando el era solo un niño. Como no tenia mas familia, tuvo que sobrevivir haciendo trabajos mal pagados donde podía, sufriendo a veces por ello macabras humillaciones a manos de sus jefes. Tras años de abusos, el carácter de Alex, una vez amable, fue volviendose mas frio y egoista, y su ansia de venganza crecia dia tras dia en su corazon. El queria ser mas fuerte, tan fuerte que nadie pudiese ordenarle nada nunca, que nadie pudiese reirse de el jamas. Queria ser temido por todos los seres de Weyard.

Un día le encargaron ordenar todos los libros de la biblioteca que se habían caído de la estantería durante uno de los muchos terremotos que ultimamente asolaban el mundo. A Alex le encantaba leer, así que siempre que le ordenaban algún trabajo en la biblioteca solía echar una ojeada a los títulos y llevarse algunos sin que se dieran cuenta. Pero ese dia iba a ser distinto.

Mientras revolvia entre un montón de libros viejos, Alex encontro uno que trataba de viejas leyendas. Hubo una de ellas que le llamó la atención, hablaba sobre el Sol Dorado, y contaba que todo aquel Adepto que tocase la luz que caería sobre el Monte Aleph el día que todos los faros estuviesen encendidos, poseería un poder tan inmenso que lo volvería totalmente invencible. Alex vio en la oportunidad de salir de aquella misera vida y de hacer pagar a todos el daño que le habian hecho, pero se dio cuenta de que si quería encender los faros tendría que conseguir ayuda de otros Adeptos. El solo no podría sortear todas las trampas y derrotar al mismísimo Sabio, el líder del Gran Consejo.

Durante varios años, Alex viajo por todo el mundo en busca de alguien lo suficientemente fuerte como para luchar a su lado, hasta que un dia, en una perdida aldea del Extremo Norte, sumida en ventiscas perpetuas, descubrió algo que lo dejo anonadado. El Faro de Marte, es decir, el faro del elemento fuego, que según los libros de historia fue edificado al pie de un gran lago helado, ahora estaba a punto de ser tragado por una grieta de un tamaño descomunal. Hablando con los jefes de la aldea, desesperados por frenar la grieta que también amenazaba con tragárselos a ellos, se enteró de que habían estado entrenando a un pequeño grupo de Adeptos para que fuesen a encender los faros y poder salvar el planeta de su inequívoca destruccion. Alex, decidido, se unió a ellos, y juntos se dirigieron al Monte Aleph

Continuará…

Editado por subrosandro el 23-04-2013 10:27

 

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#3 - 14-08-2009 08:37

Subcapitulo 2: El Monte Aleph

Tras un largo viaje a traves de rios y montañas, Alex y el grupo de guerreros norteños llegaron al Monte Aleph. Allí, los guerreros más fuertes de la comitiva, Saturos y Menardi, entraron en el templo bajo el monte por la fuerza, destruyendo las trampas y las puertas. Pero al llegar a la antesala de las estrellas, se encontraron una peligrosa trampa que no lograron sortear. Cayeron en ella, y esta inicio una erupción del monte que provoco la caida de una gran roca ladera abajo. Esta se dirigió hacia Tale, la aldea al pie del Monte Aleph. Los Adeptos locales, al ver el peligro que suponia, trataron de frenar la roca lo suficiente para que la aldea fuese evacuada. En medio de la confusión, un joven niño llamado Félix se cayó al rio que atravesaba la aldea, desbordado por el deshielo del volcan al entrar en erupcion. El pobre niño intentó mantenerse como pudo agarrado a una estaca que había en medio del río, lo unico que quedaba del muelle, arrancado por el torrente unos minutos antes. Cuando ya pensaban que podrían sacarlo, la roca finalmente pudo con los agotados Adeptos que la sostenían y cayó rodando por encima del pobre niño y de los hombres que estaban en el puerto intentado rescatarles. Saturos y Menardi contemplaron la horrible escena y, con una compasion inusual en ellos, rescataron a los caídos sin que nadie les viera. A pesar de sus graves heridas, los dieron curado, y los llevaron ante los demas guerreros. Luego siguieron merodeando por allí. Se encontraron a dos niños que les estaban espiando y los dejaron inconscientes.

Hans y Garet habían sido amigos desde la infancia. El padre de Hans cayo al rio mientras frenaba la roca y, sintiéndose culpable de no haber tenido psinergía suficiente para salvarle, empezó a entrenarse duramente. Garet era hijo del alcalde de Tale, y, para ayudar a su reconstrucción, también empezó a entrenar con Hans. Los dos recordaban el día en el que aquellos misteriosos personajes los dejaron sin sentido, y esperaban con ansia el dia de volver a verlos y vengarse por la paliza que les dieron. Luego estaba Nadia. Ella lo había perdido durante la erupcion, a su hermano Félix y a sus padres, que cayeron al rio intentando salvar a su hijo. Desde aquel incidente no hablaba con nadie, solamente se dedicaba a entrenarse en solitario.

Tras años despues de aquella tragica noche, cuando ya Nadia se empezaba a recuperar y a relacionarse un poco mas con la gente y Hans y Garet eran unos Adeptos a tener en cuenta, el anciano más sabio de la aldea, el erudito Kraden, los hizo llamar a su casa. De camino se encontraron otra vez a Saturos y a Menardi, pero por suerte esta vez los dejaron marchar. Una vez en casa de Kraden, este les conto que esos dos intentaban liberar la Alquimia y que habían entrado en el templo del monte sin que nadie les viera para robar las Estrellas. Kraden, a pesar de su sabiduría, no sabía nada respecto a ellas, aparte de lo que decían las leyendas.

Impulsados por su curiosidad, Kraden, Hans y sus amigos decidieron comprobar que había pasado en el Monte Aleph. Saturos y Menardi los siguieron. Una vez en el templo, lograron evitar la trampa en la que habían caído los guerreros de Alex y entraron en la sala donde se escondían las Estrellas. Kraden, decidido a investigarlas desde más cerca, envió a Hans y a Garet a recogerlas. Cuando ya habían cogido dos, Saturos y Menardi entraron en la sala acompañados de Félix y de Alex. Este último había convencido a Félix de que el mundo seria destruido si no se liberaba el poder de la Alquimia y ahora él se había unido al grupo. Saturos y Menardi tomaron como rehenes a Kraden y a Nadia y amenazaron a Hans y a Garet con matarlos si no les entregaban las Estrellas Elementales. Ellos no tuvieron más remedio que dárselas, pero cuando fueron a coger la última Estrella, la de Marte, en el momento en que Hans la levanto del pedestal, el templo entero comenzó a temblar y a derrumbarse. Los Djinns, asustados, empezaron a salir de sus escondites y a salir del templo para salvar la vida. Entonces apareció el Sabio. Alex y sus guerreros se dieron cuenta del peligro de enfrentarse al Guardián y se llevaron a Nadia y a Kraden, junto a las 3 Estrellas que tenían, antes de que el templo se derrumbase o de que el Sabio los matase. Hans y Garet, asustados por la presencia de aquella roca con un solo ojo, corrieron asustados. Sabían que no llegarían a tiempo a la puerta, pero, contra todo pronóstico, el Sabio empezó a detener la erupción y les dijo que escapasen, que no les quedaba mucho tiempo. En ese momento, una roca cayó del techo y bloqueó la puerta. El Sabio les dijo que les ayudaría a escapar, pero que a cambio deberían evitar que los cuatro faros fueran encendidos. Le ordenó a Hans que cogiese la estrella y la mantuviese a salvo. Luego, los teletransporto a la entrada del templo.

Continuará…

Editado por subrosandro el 23-04-2013 10:27

 

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#4 - 18-08-2009 08:50

Subcapitulo 3: El faro de Mercurio

Tras despedirse sus familiares y amigos, Hans y Garet se marcharon en busca de Alex. Tras un largo camino llegaron a una pequeña ciudad llamada Vault, donde conocieron a Iván, un Adepto de Viento que se unio a su causa. Siguieron su camino hacia el frio norte, por profundos bosques y altas montañas, hasta llegar al pueblo natal de Alex, Imil. Alli conocieron a Mia. Ella habia sido amiga de Alex desde su infancia, pero según pasaban los años iba viendo como el se volvia cada vez mas lejano y arisco, por lo que su amistad se habia enfriado mucho. Hacia poco habia visto a Alex dirigiendose al faro, pero ella no le habia dado importancia, pues muchas veces los Adeptos de Agua iban a sus alrededores a estudiar la Psinergia que rodeaba la torre. Cuando Hans y sus amigos charlaban con ella, de pronto esta sintio que alguien habia abierto la puerta de acesso al faro. Fue corriendo a ver lo que pasaba, y, junto con Hans y compañía, lograron entrar y sortear las trampas hasta llegar a la cima del faro. En el medio del altar situado en el centro de la almenara habia una enorme esfera de luz azul marina… Habian llegado tarde.

De repente, un grito les hizo mirar al elevador exterior, que, para que lo sepais, solo funciona una vez el faro esta encendido. Alli estaban Nadia y Kraden, escoltados por Menardi. Rapidamente, Hans y sus amigos fueron corriendo a rescatarlos, pero Saturos les corto el paso. No tuvieron mas remedio que luchar contra el, pero, por suerte, la luz que emanaba el faro, una parte infima del poder del Sol Dorado, debilito lo suficiente a Saturos como para que pudiesen vencerle. El, al ser un Adepto de Fuego, sufria horrores ante el poder de Agua que emanaba del faro. Sin embargo, cuando Hans y los demas iban a bajar en el elevador para perseguir a Menardi, aparecio Alex y les detuvo. No hizo falta pelear con el, ya que todos sabian que no tenian ni la mas remota posibilidad de ganar a un Adepto de Agua en la cima del faro, y menos cuando era Alex. Tuvieron que dejarles escapar. Se animaron pensando que aun podian detenerlos en los otros tres faros, pero aun asi se sentian impotentes de no poder haber echo nada por salvar a Nadia y a Kraden. Mia entonces decidio que se uniria a la causa de Hans, despues de lo que Alex habia hecho, debia detenerle. Salieron del faro y, tras un dia de descanso, continuaron su camino.

Continuara...

Editado por subrosandro el 23-04-2013 10:28

 

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#5 - 23-08-2009 17:17

Subcapitulo 4: El Faro de Venus

Tras abandonar Imil, Hans y su cada vez mayor compañía viajaron en busca de Alex. Tras pasar frondosos bosques llenos de peligros, cruzar desiertos bajo un sol abrasador, y atraveesar mares llenos de monstruos marinos, llegaron a una gran ciudad llamada Tolbi. Allí conocieron a su alcalde, llamado Babi, conocido por su longevidad. Se decia que tenia mas de 150 años. Según les conto el, había sobrevivido gracias a un brebaje magico que ralentizaba el envejecimiento, encontrado en una tierra remota llamada Lemuria, situada en mitad del oceano, a la cual habia llegado milagrosamente gracias a un error de navegacion del timonel de su barco. Sin embargo, a Babi se le estaba acabando el elixir magico, por lo que encomendó a Hans y los demas una misión. Tras detener a Alex, deberian ir a Lemuria a buscar más brebaje, y asi poder salvar la vida del alcalde. Para ello, Babi les daría su barco lemurio, el unico capaz de atravesar el peligroso camino a aquella legendaria tierra. Salieron de Tolbi y se dirigieron al desierto que separaba el Faro de Venus de la ciudad de Babi.

En Suhalla, un pueblecito a la entrada del desierto, descubrieron que Alex y los otros habían atacado a los soldados de Tolbi y habían raptado a Sole. Ella era el símbolo de Lalivero, la ciudad a los pies del faro. Contaba la leyenda que habia caído del cielo para bendecir a todos sus habitantes, y por ello en la ciudad era tratada casi como una diosa. En Lalivero se estaba construyendo un faro de proporciones descomunales con el propósito de localizar un camino seguro hacia Lemuria, pues solo tenian un barco lemurio y no querian perderlo en uno de los peligrosos remolinos que rodeaban la tierra añorada por Babi. Para que los obreros de Lalivero trabajasen mas aprisa, el longevo alcalde mantenía presa a Sole y anunciaba que solo una vez su faro estuviese terminado la liberaria. Pero el faro que les interesaba a Hans y sus compañeros estaba justo al lado, el Faro de Venus, al cual ellos subieron rapidamente para tratar de detener a Alex y, de paso, rescatar a Sole.
Cuando llegaron arriba, Saturos y Menardi trataron de detenerlos, mientras que Félix y Sole observaban la batalla desde un lateral. Tras un sangriento combate, Hans y los demás lograron acabar con ellos. Pero, con su ultimo suspiro, Saturos lanzo la Estrella de Venus al altar, y encendio el faro. Entonces este, sacudido por la liberacion de toda la Psinergia acumulada en la estrella, empezó a temblar y a derrumbarse. Sole, que estaba apoyada en un lateral del faro para evitar ser alcanzada durante la batalla, se cayó al océano por efecto del seísmo, y Félix, en un gesto de heroismo casi suicida, salto tras ella para rescatarla.

Mientras tanto, en una pequeña península llamada Idejima, a los pies del faro, Nadia, Kraden y Alex esperaban pacientemente a que Saturos y Menardi volviesen, para continuar su viaje. Pero, por efecto del terremoto, la península se separo del continente y empezó a flotar a la deriva en el océano. Mientras pensaban en cómo salir de allí, descubrieron en la playa de Idejima a Félix y a Sole, que con sus ultimas fuerzas, habian logrado nadar hacia la ahora isla. Por suerte, estaban vivos. Tras una deriva de varios dias, donde el hambre y la sed atormentaron a los Adeptos, en el horizonte por fin se diviso tierra, un nuevo continente. Félix y los demás pensaron que llegarían a ella y se salvarían, pero la isla paso de largo. Entonces ocurrió una catástrofe, que, ironicamente, les salvo la vida. Un tsunami de gigantescas proporciones choco contra la isla y la unió al continente, y no solo eso, sino que también desplazo el continente entero y los unió a los dos que lo rodeaban, formando un megacontinente. El mundo de Weyard, ahora provisto de nuevo de Psinergia, estaba cambiando.

Continuará…

Editado por subrosandro el 23-04-2013 10:29

 

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#6 - 09-09-2009 08:30

Subcapitulo 5: Lemuria

Tras recuperarse del impacto de la isla, Félix, Nadia, Sole y Kraden(Alex ya se había ido), fueron a buscar un barco para poder ir al Mar del Oeste, que es donde se encontraban los faros restantes. Pero pronto se dieron cuenta de que era imposible, ya que al unirse los tres continentes habían formado una barrera de arrefices que había cerrado el canal entre los mares.

En una ciudad llamada Madra encontraron a un Adepto de Agua llamado Piers que los madrenses habían encerrado por creer que era un pirata. El repetía todo el rato que se habían equivocado, que él no había hecho nada, pero los guardias no le creian. Félix se dio cuenta de que podría serles de ayuda, así que fue a buscar al jefe de los piratas, Briggs, para que este dijese que Piers era inocente. Tras unas jornadas de viaje, lo encontraron en una ciudad llamada Alhalfra y allí, tras una paliza, lo capturaron y lo interrogaron. Briggs confeso que no conocia a ningun Piers, lo que le absolvia del crimen que le acusaban y, gracias a ello, quedo libre.

Desgraciadamente, mientras estaban fuera, una tribu de guerreros salvajes llamados Kibombos atacaron Madra y se llevaron la posesión más preciada de Piers, un orbe magico de color azabache. Este, al enterarse del robo, fue directo al poblado de los barbaros a recuperarlo.Félix y los demás lo siguieron para ayudarle, y, si habia suerte, unirlo a su causa. Tras una violenta batalla con los salvajes, Felix y los demas lograron recuperar el orbe.
Mientras descansaban y curaban sus heridas, Piers les confeso que era un capitan lemurio que, mientras navegaba con su barco, fue arrastrado por el tsunami. Kraden estaba deseoso de ver Lemuria, porque su mentor desde que el era solo un niño, Babi, le había hablado de un bebedizo magico que otorgaba la eterna juventud. Así que acompañar a Piers de vuelta a su tierra, y, si habia suerte, descubrir en aquella lejana tierra una manera de cruzar al otro oceano y continuar con su mision de encender los faros.

Piers les conto que el Orbe Negro que habían recuperado de manos de los Kilombos era en realidad un artefacto mágico que canalizaba la Psinergia de los Adeptos y permitia manejar los barcos lemurios con gran maestria, lo cual era la clave para sortear los peligros del camino hacia Lemuria, repleto de fiordos y arrecifes.

Pero pronto surgió otro problema. Cuando cargaban provisiones en una de las islas que rodeaban Lemuria se enteraron de que el guardián de los mares, Poseidón, un ser mitad hombre mitad pez con un poder de Agua superior al de cualquier adepto humano, se había establecido en el mar que rodeaba Lemuria, impidiendo entrar en la tierra natal de Piers. Presumiblemente, habia sido él el causante del tsunami.

Buscando una forma de derrotar al titan marino, el grupo de Felix llego a Champa, la ciudad natal de Briggs y uno de los principales puntos de encuentro de los piratas del Mar del Este. Alli conocieron a la abuela del jefe de los piratas, una señora enigmatica y de fuerte carácter. Esta les dijo que para poder vencer a Poseidón tendrian que atacarle con su nemesis, un tridente magico que había pertenecido a una antigua civilización, la cual, temerosa de su propia creacion, habia dividido el arma en tres partes para que solo cuando fuera necesaria se pudiese volver a forjar y empuñar......

Cuando iban a salir en busca de los pedazos del tridente, a la salida de Champa, Félix y sus amigos se encontraron con Alex y otros dos guerreros del norte, llamados Karst y Agatio. Alex les comunico una triste noticia. Babi, desprovisto del brebaje lemurio, habia muerto de viejo.

Tras viajar por todo el mar del Este buscando los pedazos del tridente, finalmente lograron reunirlos todos. De regreso a Champa, la matriarca de los piratas forjo de nuevo el arma y, tras pertrecharse con todo lo necesario, Félix y los demás pusieron rumbo a Lemuria. Tras entablar un durísimo combate contra Poseidón, consiguieron al fin entrar en la ciudad perdida de Lemuria.

Allí, se dirigieron a la Corte, donde el rey Hidros, monarca de Lemuria, les puso al corriente de unas noticias impactantes. Weyard, desprovisto de Psinergia, estaba desapareciendo mas rapido de lo que Felix habia podido imaginar. El rey habia habia encomendado a Piers la secreta mision de encender los faros para detener la inexorable destruccion del mundo y, el, mientras buscaba la manera de salir de Lemuria sin ser visto, habia sido arrastrado, para su fortuna, por el tsunami. Viendo que Felix y los demas tenian la misma mision, el lemurio decidio unirse a ellos.

Tras una copiosa cena repleta de diversos pescados exoticos, el grupo de Adeptos, ahora mas numeroso, salio de Lemuria. Como regalo de despedida, el rey Hidros les habia otorgado un valioso artefacto alquimico que les permitiria abrirse paso por los fiordos para llegar al hasta entonces innacesible mar del Oeste. Los dos faros restantes les esperaban, pero el tiempo apremiaba, pues los dias de Weyard estaban contados.

Continuará…

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#7 - 14-09-2009 09:01

Subcapitulo 6: El faro de Jupiter

Una vez cruzado el canal hacia el Mar del Oeste, Felix y los demas pusieron rumbo al faro de Jupiter. Tras sortear las peligrosas trampas de la torre, los Adeptos llegaron al penultimo piso de la misma. Alli se encontraron con Hans y su grupo, que estaban intentando evitar que la Psinergia de viento tambien fuese liberada. Desgraciadamente, habían caído en una trampa tendida con Karst y Agatio, los guerreros norteños de Alex. Atrapados, nada pudieron hacer contra ellos, que, tras apalizarlos, le quitaron la estrella de Marte a Hans. Felix, impasible, subio a la cima del faro y coloco la estrella en el altar. El tercer faro estaba encendido.

Karst y Agatio subieron a contemplar el espectaculo. Tras ver la enorme esfera de color malva brillar encima del altar, los dos guerreros se encararon con el grupo de Felix. Una sonora carcajada salio de la garganta de Agatio, que espetó.

-Habeis sido de gran ayuda durante todo este tiempo. Con vuestros esfuerzos hemos logrado encender tres de los cuatro faros. Sin embargo, ahora que tenemos la estrella de Marte, no os necesitamos mas. El ultimo faro se encuentra a las afueras de nuestra aldea. ¡Seremos nosotros quienes encendamos el faro y nos llevemos toda la gloria!

Tras estas palabras, Agatio convoco una bola de fuego y la lanzo contra Felix. Afortundamente, Sole fue rapida y logro crear un escudo que le salvo de una muerte segura. Este fue el comienzo de una encarnizada batalla a la luz del faro que acabaria con la derrota, no sin gran esfuerzo, de los guerreros del norte.

Pero cuando Felix iba a dar el golpe de gracia, Alex aparecio y creo una densa niebla. Cuando, con sus ultimas fuerzas, Sole logro despejarla, los tres habian desaparecido.

Hans y su grupo lograron liberarse de la trampa, pero cuando llegaron a la cima del faro todo habia terminado. Habian vuelto a fracasar en su intento de detener la liberacion de la Alquimia.

Los dos grupos acordaron reunirse en la casa de la Maestra Hamma, la hermana de Iván, que vivia en una aldea a los pies del faro. Tras una larga charla, en la cual tanto Hans como Felix expusieron sus argumentos sobre si deberian o no encender los faros, y, sobre todo despues de escuchar Hans las palabras del rey Hidros, los dos grupos estuvieron de acuerdo en que si querían salvar Weyard, la Alquimia debia de ser liberada. Asi que decidieron unir sus fuerzas y poner rumbo hacia el último faro, en parte por si Alex fallaba en su cometido, y en parte para acabar con los dos arrogantes guerreros del norte. El deseo de venganza ardia en sus corazones.

Editado por subrosandro el 23-04-2013 10:29

 

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#8 - 27-09-2009 14:55

Tras superar fuertes ventiscas y temperaturas bajo cero, Félix y los demás por fin llegaron a Prox, la aldea de Karst y Agatio. Alli se enteraron de que ellos ya habian iniciado el ascenso hacia el faro, asi que fueron detras. A los pies de la torre se extendía un tremendo vacio que crecía poco a poco. Tendrían que darse prisa si no querían que el faro cayese en el abismo y fuese imposible evitar la destruccion del mundo. Tras sortear durísimas trampas, llegaron a una sala donde dos enormes dragones de fuego les cortaban el paso. Tras un duro combate contra ellos, los dragones, seminconscientes, se transformaron en Karst y Agatio. A duras penas lograron farfullar que, estando a punto de encender el faro, un misterioso ser les transformo en dragones. Le pidieron a Félix que encendiese el faro por ellos, y Agatio le entrego la Estrella Marte. Con ella en su poder, Félix y los demás lograron subir a la cima faro.

Alli estaba el altar del cuarto faro. La psinergia estaba a punto de ser liberada. Felix camino seguro hacia el altar, confiado en que por fin toda esta historia acabaria. Pero entonces aparecio alguien. Una enorme roca con un solo ojo cerro el paso al Adepto de Tierra. Era el Sabio. Se dirigio a Hans y le dijo:

-¡Traidores! Me habeis desobedecido! Os dije que evitaseis que encendiesen los faros, no que les ayudaseis a hacerlo.

-Pero gran Sabio- contesto Hans, midiendo sus palabras- si no liberamos la Alquimia el mundo de Weyard sera destruido.

-Y si la liberais la humanidad de encargara de hacerlo, como hizo en el pasado.

-No tiene por que- reprocho Kraden- podemos utilizar la Alquimia para hacer el bien. Con ella podriamos crear grandes ciudades y avanzar como civilizacion. Podia ser el inicio de una nueva era dorada.

-Los humanos somos por naturaleza egoistas. Llevo sobre esta tierra muchos mas años que todos vosotros juntos, y he podido observar con detenimiento la forma de ser y de pensar de la humanidad. La ambicion, el ansia de poder, es caracteristica de nuestra especie. Siempre va a haber alguien dispuesto a utilizar el poder de la Alquimia sobre los demas, y, de hecho, ya lo hay... Mientras nosotros hablamos, vuestro amigo Alex esta escalando el Monte Aleph.

-¿El Monte Aleph? –pregunto Mia ¿Que hace Alex tan lejos de aquí?

-Ha sido mas listo que vosotros. Sabe que cuando los cuatro faros sean encendidos, todo el poder antaño sellado, la Alquimia pura, se concentrara sobre el Monte Aleph. Aquel al que bañe esa luz sagrada, el llamado Sol Dorado, recibira un poder sin limites y la vida eterna. Alex ambiciona todo esto, os ha estado utilizando todo este tiempo, a vosotros, a Saturos y a Menardi, a Karst y Agatio, para lograr su proposito. El es el verdadero peligro, por eso los faros no deben de ser encendidos.

Una exclamacion de sorpresa general sono entre el rugir de la ventisca que arreciaba por momentos.

-¿¿Qué?? No es posible... –murmuro Mia- Alex nunca haria algo asi... Lo conozco desde pequeño. Puede que en estos ultimos años se haya vuelto mas frio y egoista, pero en el fondo tiene buen corazon.
-De todos modos -dijo Felix- sino liberamos la Alquimia, Weyard estara condenado igualmente a su destruccion. Asi que no tenemos mas remedio que encender este faro.

-Veo que no os puedo hacer cambiar de opinion. Mi papel como guardian me impide intervenir en las acciones de la humanidad.

-¡Pues entonces apartate –espeto Garet- y deja a Felix encender el faro!

-Sin embargo –continuo el Sabio- podria ocurrir un milagro... Un milagro que impidiese que el faro fuese encendido. Un milagro..., ¡como este!

De repente, un rugido infernal ahogo el aullido constante de la ventisca. Una sombra gigantesca se fue acercando al faro. Pronto Felix y los demas pudieron vislumbrar que esa misteriosa criatura que se acercaba no era ni nada mas ni nada menos era un dragon de tres cabezas.

-¿Este es tu milagro? ¿Otro jodido dragon? –bramo Garet, desenvainando su espada- Acabamos de derrotar a otros dos, este sera pan comido.

A pesar de sus palabras optimistas, en los ojos de los guerreros se vislumbraba el miedo.

Kraden, nada mas ver que su nuevo enemigo era tambien un dragon, se quedo pensativo. No podia ser una coincidencia. Si los otros dos eran Karst y Agatio transformados por un misterioso ser, y este tenia tres cabezas, penso el erudito, no podian ser mas que...

-¡FELIX! ¡DETENTE! –grito Kraden- ese dragon es en realidad...

Pero era ya tarde, la batalla ya habia comenzado. Y desgraciadamente, esta vez no fue pan comido. Sin embargo, la derrota no era una opcion. El faro debia de ser encendido. Con el poder de los ocho guerreros juntos, y con toda su fuerza de voluntad y coraje, los Adeptos lograron acabar con el dragon.

Tras darle el golpe de gracia, el dragon se transformo tal y como habian hecho los dos anteriores. En el suelo yacian tres cuerpos, dos hombres y una mujer.

-Me lo temia... –susurro Kraden- son vuestros padres...

Efectivamente, eran el padre de Hans y los padres de Felix y Nadia. La sonrisa y el color se borraron de la cara de los dos guerreros, mientras que a Nadia le fallaron las piernas y se echo a llorar. Piers y Mia intentaron curar a los tres caidos, sin éxito.

-¡SABIO!- grito entre sollozos Felix- ¡no eres digno de ser llamado guardian, no eres mas que un demonio sin alma! Pero la muerte de mis padres no sera en vano, ¡pienso encender el faro y acabar con esta historia de una vez por todas!

Tras esas palabras, Felix se dirigio al centro del faro y arrojo la Estrella de Marte al altar. Una enorme bola de luz carmesi se formo sobre sus cabezas. Por fin los cuatro faros habian sido encendidos.

De repente, los guerreros empezaron a escuchar voces de gente que se encontraba en otros faros. Les contaban que el Sabio se les habia aparecido en sueños y les habia avisado de que se apartasen de los faros y del Monte Aleph, pues serian lugares peligrosos durante la liberacion de la Alquimia. Todos se extrañaron, pues a pesar de haber utilizado sin escrupulos a sus propios padres contra ellos, el Sabio ahora estaba intentando salvar a la gente.

Pero no habia tiempo para reflexionar. El faro empezo a temblar, asi que los guerreros intentaron huir con los cuerpos de sus padres. Desgraciadamente, era demasiado tarde. Las esferas de los faros se rompieron, y una intensa luz salio de ellas. La luz de Marte cogio de lleno a todos.

Cuando por fin todo se despejo, Felix abrio los ojos, pero inmediatamente volvio a cerrarlos y a frotarlos. No podia creer lo que acababa de ver. Al volver a abrirlos se dio cuenta de que no era una ilusion. Los tres guerreros caidos, sus padres, se encontraban de pie, sin ningun rasguño. De algun modo, la luz de Marte los habia resucitado.

Mientras tanto, en el Monte Aleph, Alex había llegado por fin a la cima, justo a tiempo para recibir de lleno la luz del Sol Dorado. Tras bañar el haz de Alquimia pura su cuerpo, Alex, deseoso de probar sus nuevos poderes, intento convocar una tormenta electrica. Pero no salio ni una sola chispa.

-No entiendo nada...,¿ si se supone que tengo un poder ilimitado como es que no puedo convocar una simple tormenta?

-Igual no es tan ilimitado como tu crees...

Alex, sorprendido, se dio la vuelta. Flotando en el aire, una gran roca de un solo ojo lo miraba fijamente.

-¿Quién eres tu? ¿Y a que te refieres?, ¿acaso el Sol Dorado no me ha conferido el poder supremo de la Alquimia?¿acaso no soy inmortal?- pregunto el Adepto.

-Me llaman el Sabio. Y si, el poder es tuyo, pero eso no significa que tenga la fuerza que tu crees. Simplemente, tu Psinergia es algo mas potente y tu vida un poco mas larga...

Alex no podia creerlo. El esfuerzo de tantos años parecia desmoronarse por momentos.

-Deja de decir tonterias, ¡ahora soy invencible, prueba un poco de mi poder! ¡¡Fuerza!!

Un haz de energia salio de la mano de Alex directo al Sabio. Este, sin pestañear, murmuro Reflejar. El rayo salio rebotado y termino impactando contra su lanzador, tirandolo al suelo.

-No...entiendo...nada...Mi...sueño...perdido...

-Alex, no eres invencible, tu poder tiene limites, al igual que tu cuerpo. Y tampoco eres el unico poseedor del poder de la Alquimia. La luz de Marte ha alcanzado de lleno a Felix y los demas guerreros, y eso les ha dado parte del poder del Sol Dorado.
El suelo de repente comenzo a temblar violentamente. Alex, que trataba de levantarse, volvio a caer al suelo debido al fuerte seismo.

-El Monte Aleph se esta derrumbando debido a la gran carga energetica que acaba de recibir. Tu egoismo y tu ansia de poder han sido tu perdicion. Venir hasta aquí ha sido un error, ahora seras enterrado junto con toda la montaña...

El monte finalmente se colapso, y toneladas de piedra cayeron en todas direcciones provocando un gran estruendo. El Sabio se acerco a observar el desastre. Tras un rato esperando, suspiro aliviado.

-Ha estado cerca...-penso el Sabio- si la montaña llega a tardar unos minutos mas en derrumbarse Alex se hubiese dado cuenta de que le estaba mintiendo. Recibir de pleno una de las mas poderosas energias del universo no es algo que un cuerpo humano asimile rapidamente. Pero unos instantes mas y la Psinergia de Alex hubiese crecido tanto que probablemente hubiese podido escapar. Si pudiese interferir en las acciones de la humanidad todo hubiese sido mucho mas facil...

El Sabio ya habia dado media vuelta y se dirigia a comprobar si los habitantes de Tale habian escapado despues de su aviso cuando ocurrio... un milagro. Un milagro que quiso que el poder del Sol Dorado se asentase lo suficiente en el maltrecho cuerpo de Alex como para que este, en un desesperado instinto de supervivencia, lograse crear un escudo de energia a su alrededor. Un milagro que permitio que ese debil escudo resistiese la caida de toneladas de roca.

Un milagro que sellaria el destino del universo.

El Sabio se volvio, temiendose lo peor, al oir una explosion a su espalda.. Cuando se despejo el humo, pudo vislumbrar la figura de Alex flotando en el aire. Su cuerpo estaba rodeado de ondas psinergicas muy energeticas que alteraban la atmosfera del lugar. Comenzaron a saltar chispas de su cuerpo en todas direcciones. El Sabio pudo dislumbrar una leve sonrisa en el semblante impavido de Alex, que estaba tan sorprendido como el del giro de los acontecimientos. De repente, Alex estallo en una carcajada macabra, mezcla de su ira y de su agradable sensacion de poseer un poder infinito.

Entonces, Alex alzo lentamente la mano hacia el Sabio y con voz fria y serena dijo.

-Que iluso... ¿pensaste que me podrias engañar con tus absurdas historias? Las leyendas hablaban claramente de un poder infinito, el que poseo yo ahora. Pero no estes triste, sientete orgulloso, pues tendrás el privilegio de ser el primero que sufra el poder del Sol Dorado. ¡¡¡Rayo Agudo!!!.

Un rayo calorífico de grandes dimensiones salió de la mano de Alex y desintegro por completo al Sabio. Lo único que quedo de él fueron pequeños fragmentos de roca que se desperdigaron por todo el lugar.

Durante los siguientes meses Weyard sufrio tormentas, inundaciones, erupciones y otros fenomenos naturales catastroficos que causaron numerosas muertes a lo largo y ancho de los continentes, sobre todo en la ciudad de Imil, que desaparecio por completo bajo la lava de un volcan cercano. Todas estas catastrofes fueron atribuidas a la liberacion de la Alquimia. Pero ningun Adepto sabia que en realidad se habia consumado la tan ansiada venganza de Alex.

Un dia las catastrofes desaparecieron. Y no se supo en Weyard nada mas de Alex.

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A partir de aquí, empieza la historia inventada por mí, me esforzare en la medida de lo posible en hacerla amena. Habrá una entrega cada domingo. También estoy publicando la historia en el blog http://memoriasdehyrule.wordpress.com/

Editado por subrosandro el 16-04-2013 22:56

 

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#9 - 04-10-2009 09:38

Anexo Capítulo 1:

Weyard: Mundo plano formado originalmente por 6 continentes, reducidos a 4 tras el tsunami provocado por Poseidon. Tras la liberacion de la Alquimia, las cataratas de los bordes desaparecieron, por lo que Weyard pudo prosperar, llegando su civilizacion a alcanzar un nivel de vida nunca visto en su historia.



Weyard despues de la colision del tsunami, podeis apreciar que los faros(el de Marte esta muy al norte y no se ve) no tienen como centro el Monte Aleph, debido a que la colision de continentes desplazo a estos en todas direcciones. Pero el Sol Dorado se concentró igual encima del monte, por lo que he deducido que la situacion geografica de los faros poco tiene que ver a la hora de la liberacion de la Alquimia.

Adeptos: Los Adeptos extraen su poder de la naturaleza, canalizandolo a traves de su sistema nervioso. Al ser sellada la Alquimia, la Psinergia del ambiente empezo a disminuir de intensidad con el tiempo, al no poder ser renovada, por lo que su poder disminuyo notablemente

Los Adeptos pueden, o bien nacer asi por ser hijo de uno, o bien por contacto con una Piedra Psinergica, muy escasas y solo presentes en lugares donde antaño hubo una gran cantidad de Alquimia concentrada. Existen cuatro tipos de Adeptos, segun el tipo de poder que canalicen.


Adepto de agua: Tambien llamados Adeptos de Mercurio. Controlan el poder del agua en los 3 estados, aunque suelen decantarse por su forma solida. Son grandes curanderos, por lo que muchos de ellos se dedican a tratar a enfermos.

Alex es un ejemplo de Adepto de agua



Adepto de fuego: Tambien llamados Adeptos de Marte. Controlan el poder del fuego y el magma. Su Psinergia es totalmente ofensiva, por lo que suelen ser unos poderosos guerreros.

Menardi es un ejemplo de Adepta de fuego


Menardi es un ejemplo de Adepta de fuego


Adepto de tierra: Tambien llamados Adeptos de Venus. Controlan el poder de la tierra y las plantas. Son equilibrados, ya que poseen Psinergia tanto curativa como ofensiva.

Felix es un ejemplo de Adepto de tierra

Adepto de viento: Tambien llamados Adeptos de Jupiter. Controlan el poder del viento y el rayo. Son rapidos, y poseen Psinergias utiles, como el poder de revelar lo invisible o el de leer la mente.

Ivan es un ejemplo de Adepto de Viento

Editado por subrosandro el 23-04-2013 10:55

 

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#10 - 12-10-2009 08:54

Aun no habia amanecido en el lejano planeta de Beaufar cuando el estruendo de un cuerno orco anunciaba el comienzo de la jornada laboral a los mas de mil mineros que cada dia extraian toneladas de beauxelita de las minas que rodeaban la capital. Este raro pero valioso mineral habia sido el principal impulsor economico de esta fria colonia del Través Neutral. Sin embargo, su dificil prospeccion habia llevado al caudillo orco a reducir los descansos y a anular las breves vacaciones de las que podia disponer un minero para asi poder cumplir los plazos de produccion que exigia el Imperio. Combinado con las condiciones casi inhumanas que soportaban y las eventuales explosiones de gas que en cualquier momento podian causar la muerte de varios desafortunados trabajadores, el descontento general se extendia por todo el proletariado como una olla a presion cuya espita no era capaz de desalojar el vapor sobrante. Cuando el caudillo anuncio una reduccion en la paga semanal debido al bajo indice de produccion que estaban obteniendo, se produjo lo que irremediablemente ocurria en todos los ambitos laborales abusivos. Los mineros se levantaron contra los orcos.

Comenzo como un acto aislado, unos pocos mineros que habian aprovechado la dinamita para prospeccion para explosionar una de los bloques de viviendas orcas. Pero como si de una reaccion en cadena se tratase, se fueron sucedieron mas explosiones y ataques durante el resto del dia. Al caer el alba, los mineros, que superaban ampliamente en numero a los guardias orcos, se habian hecho con el control del polvorin y comenzaban a colocar cargas explosivas en la puerta de la muralla. Tambien habian tomado el portal, que habian cerrado temporalmente para evitar la llegada de refuerzos. La caida de la capital estaba cerca.

Thurk’hal se habia alistado en la Mano Negra en cuanto supo manejar un arma. Pertenecia a una familia, que, como la mayoria de las familias orcas, se habia dedicado desde muchas generaciones atrás al arte de la guerra. Rapidamente destaco entre los demas reclutas, ascendiendo y llegando a teniente coronel en el apogeo de su carrera. Sin embargo, tras una actuacion desafortunada en una operación militar contra unos rebeldes, que concluyo con la perdida de casi toda su unidad, Thurk’hal fue ‘retirado voluntariamente’ del ambito militar y se le ofrecio como compensacion el puesto de caudillo de una pequeña colonia minera. El orco encontraba aborrecible su nuevo trabajo, y la falta de accion repercutia en su estado de animo, irascible debido al ansia de sangre contenida. La rebelion le brindo una oportunidad de volver a experimentar aquello para lo que habia sido entrenado desde pequeño, asi que en cuanto supo que los mineros se habian levantado, fue directo a enfundarse su vieja y pesada armadura que colgaba encima de su cama como una preciada reliquia del pasado. No encontraba el momento de ponerse a rebanar cabezas.

Al mismo tiempo, en la capital cundia el panico. La gente corria de un lado a otro buscando a sus seres queridos desesperadamente, mientras las familias de los sublevados escapaban de los guardias orcos que, ante la muerte de sus compañeros, no dudaban en asesinar a sangre fria a todo aquel que perteneciese a una familia minera como acto de venganza personal. Afortunadamente para ellos, los guardias dejaron la macabra persecucion tan pronto como el caudillo salio a la plaza principal y comenzo a organizar la defensa.

En una taberna de la zona alta de la ciudad, la noticia de la rebelion parecia no haber llegado, o, presumiblemente, parecia no haberle importado a nadie. Los cuatro borrachos de siempre se apoyaban pesadamente en la barra saboreando cada trago del pestilente licor que el tabernero parecia no tener ningun reparo en servirles. Aparentemente, para los borrachos era casi como licor de los dioses. En una mesa situada a la luz de un lugubre candil, un grupo de obreros disfrutaban de su unico momento de ocio apostando su escasa asignacion semanal a los dados. La unica figura que destacaba en esa decrepita estampa era la de un joven embutido en una tunica que en sus tiempos debia de haber sido de un azul brillante. Bebia un vaso de whisky apoyado en la barra, sumido en sus pensamientos.

La escena se vio interrumpida de pronto por un guardia orco que irrumpio sin miramientos en la taberna. Parecia estar avisando puerta por puerta del caos que se avecinaba. Al ver que nadie le hacia caso, salio con la misma rapidez con la que habia entrado. No perderia tiempo salvando a un par de borrachos de los rebeldes, con un poco de suerte el tabernero los mataria antes con ese veneno que servia. Sin embargo, poco despues del aviso, el hombre de la tunica pago su copa y se fue sin decir adios. Ninguno de los presentes le echaria de menos.

La primera explosion se oyo poco despues. Enormes cascotes de piedra volaron por los aires, cayendo sobre las casas cercanas. Por la enorme brecha que la dinamita produjo en la muralla, extendiendo la puerta casi al doble de su tamaño original, los rebeldes entraron en tropel esgrimiendo picos, horcas y las armas que les habian robado a los guardias orcos. El caudillo mando a sus hombres cargar contra ellos. A los pocos segundos, una enzarzada lucha se extendia a lo largo de toda la entrada. A pesar de la superioridad fisica de los orcos y a sus pesadas armaduras, los rebeldes estaban en proporcion de 5 a 1. El caudillo ordeno retirarse a la plaza a los pocos guardias que aun quedaban en pie, rodeados por una masa de mineros con ansias de venganza. Thurk’hal sabia que la batalla estaba perdida, pero iba a llevarse al mayor numero de enemigos con el.

Los rebeldes, conscientes de su inminente victoria, cargaron contra los guardias de la plaza. Estaban a solo unos metros de llegar cuando una enorme bola de fuego rallo la oscuridad e impacto contra la vanguardia de los rebeldes. Varios cuerpos salieron volando envueltos en llamas, mientras que el fuego se habia prendido en las harapientas ropas de varios mineros, que corrian desesperados. A los pocos segundos, una segunda bola impactaria justo en la retaguardia, causando estragos similares y atrapando a los rebeldes entre dos muros de fuego. Desesperados, muchos intentaron cruzar las llamas para salir de aquella muerte segura. Solo unos pocos sobrevivieron y lograron escapar a los bosques cercanos.

Los orcos contemplaron la escena con admiracion. Los mas supersticiosos se habian echado al suelo, rezando a sus dioses incongruentes oraciones en las que se mezclaban alabanzas y ruegos para que ellos no fuesen los siguientes. Thurk’hal, sin embargo, miraba en direccion contraria. Sabia que lo que acababa de contemplar no era obra de ningun dios, sino de un mago, y uno muy poderoso. Y alli estaba, un joven con una tunica de mago de un azul apagado cuya sonrisa era la de un artista que contempla orgulloso su propia obra. Esta noche, penso Thurk’hal esbozando una sonrisa triunfal, habria fiesta. Y el seria su invitado de honor.

Editado por subrosandro el 15-08-2013 09:57

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